Se conmemora el séptimo aniversario del fallecimiento del reconocido magistrado argentino, Carlos Fayt. El juez marcó una huella en la historia judicial del país, con más de tres décadas de labor en la Corte Suprema de Justicia de la Nación.
Nacido el 1 de febrero de 1918 en Salta, a temprana edad, su familia se trasladó a Buenos Aires, donde comenzó su recorrido educativo. Sus primeros años de estudio transcurrieron en la Escuela de Varones N° 8. Más adelante, continuó su formación secundaria en el reconocido Colegio Nacional Nicolás Avellaneda.
A sus 22 años, Carlos Santiago Fayt se graduó como abogado en la Universidad de Buenos Aires. Su brillantez académica se vio reflejada en más de 35 libros y numerosas premiaciones. Fue profesor universitario y además presidente de la Asociación de Abogados de Buenos Aires.
Tras el retorno de la democracia, en 1983 recibió el nombramiento como integrante de la Corte Suprema, a través del presidente Raúl Alfonsín. Desde ese momento hasta el año 2015, se mantuvo en su cargo, totalizando 31 años, 11 meses y 21 días en funciones, consolidándose como el miembro con la más extensa permanencia en la historia de la Corte Suprema.
El jurista dejó una huella indeleble en la historia argentina al sentar una multiplicidad de precedentes de gran trascendencia en el ámbito jurídico.
En el Fallo Comunidad Homosexual Argentina (CHA), la Corte determinó que la organización no cumplía con los requisitos de "bien común" necesarios para obtener la personería jurídica. El jurista votó en disidencia, remarcando que “la finalidad de la recurrente no es, básicamente procurar que quienes son ‘homosexuales lo sean’, sino que en relación a aquellas personas que lo son, se procure asegurar en definitiva, el respeto por su dignidad humana”.
También, formó parte del Fallo Sejean donde la Suprema Corte restableció la aptitud nupcial de una pareja divorciada, permitiendo que puedan contraer nuevo matrimonio a futuro. El magistrado sostuvo que en el matrimonio se reconocían necesidades humanas esenciales tales como la satisfacción de la sexualidad y la constitución de la familia a través de la procreación, las cuales estaban amparadas por los artículos 14 y 20 de la Constitución Nacional que consagran el derecho a casarse.
El magistrado mantuvo un perfil público prominente, con declaraciones y frases controvertidas que generaron gran repercusión, en una entrevista con diario La Nación esbozó: "Siempre he criticado a los partidos, tanto al peronismo como al radicalismo, por comprar votos. Es por eso que, en un libro de la década de los 40, en lugar de referirme a la soberanía argentina, utilicé el término 'sobornería' argentina".
En 1997, Fayt marcó jurisprudencia a través de un juicio que inició contra el Estado argentino solicitando la nulidad del artículo 99, inciso 4°, tercer párrafo, introducido por la reforma constitucional de 1994. El párrafo señalado exige a los jueces que pretendan seguir en funciones después de cumplir 75 años la necesidad de que obtengan un nuevo acuerdo del Senado de la Nación y un nuevo nombramiento del Presidente de la Nación para mantenerse en el cargo.
El juez había solicitado que no se aplique en su caso la edad máxima de permanencia sin necesidad de ser nuevamente designado por el Presidente y ratificado por el Senado ya que él había accedido al cargo previo a la reforma constituyente de 1994. Ya en 1999, la Corte Suprema que él integraba, aceptó su argumento y declaró nula esta norma constitucional. Esto le permitió a Fayt continuar como miembro de la Corte Suprema sin límite de tiempo, luego de cumplir 75 años de edad.
Aunque años mas tarde esta jurisprudencia fue dejada de lado en el Fallo Schiffrin donde la Corte Suprema de Justicia de la Nación reconoció las facultades de la Convención Constituyente de 1994 y restableció el límite constitucional de 75 años de edad para la función judicial.
En 2015, a la edad de 97 años,el magistrado presentó su renuncia a su cargo en la Justicia.
Carlos Santiago Fayt falleció el 22 de noviembre de 2016 a la edad de 98 años. El juez que permaneció más tiempo en funciones nos deja un legado invaluable: una vida dedicada a la justicia, marcada por su incansable compromiso.