A través de un decreto, se reinstaura el pago del impuesto sobre créditos y depósitos bancarios, que volverá a aplicarse desde agosto.
El beneficio alcanzará a todos los contribuyentes titulares de cuentas corrientes que dejarán de abonar la alícuota especial de 0,25%.
Así lo decretó el Poder Ejecutivo, facultado por la Ley de Competitividad n° 25.413.
La medida exime del pago del tributo a los productores que compran y venden ganado.