La decisión consideró que el terreno nunca había sido desafectado del régimen de los bienes de dominio público estatal y, por lo tanto, imposible de adquirir por posesión veinteñal.
La justicia federal de Esquel consideró que se cumplían con los requisitos legales de la prescripción adquisitiva y ordenó la inscripción del inmueble originalmente perteneciente a Ferrocarriles Argentinos.