Se trata de "Cocos", un ejemplar macho perteneciente a la especie "Auloatta Carayas", en peligro de extinción, extraído de su hábitat natural por dos personas, sin el permiso de tenencia necesario y provocándole serios sufrimientos
La matanza se realizó en 2013, mediante la colocación de cebos que contenían un producto tóxico. La justicia remarcó el derecho de los animales no humanos a la conservación de su integridad física y psíquica.
Se trata del planteo de una ONG contra el Ministerio de Interior debido que el animal se encuentra en un complejo de Córdoba que no tendría adecuadas condiciones.