• viernes 19 de abril del 2024
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Despidieron sin indemnización a un trabajador por maullarle a Mauricio Macri

La Sala I de la Cámara Nacional de Apelaciones del Trabajo consideró que esa manifestación incurrió en una burla de la investidura presidencial. Conocé los argumentos de la decisión.

Un trabajador fue despedido sin indemnización por maullarle al presidente Mauricio Macri durante su jornada de trabajo. En consecuencia, inició una demanda contra su empleadora reclamando la reinstalación en su puesto de trabajo y una reparación por el daño moral que esto le había causado. Sin embargo, la primera instancia rechazó su planteo y la Sala I de la Cámara Nacional de Apelaciones del Trabajo se pronunció en el mismo sentido.

Miguel Ángel Ariel Horton se desempeñaba como director de arte de Interpublic SA. En el mes de junio de 2017 le fue asignada la cobertura de un evento en el Salón del Automóvil en la Sociedad Rural Argentina por expresa contratación de la firma General Motors SA. Allí asistió el mandatario de la Nación y cuando Horton lo vio pronunció un maullido como manifestación.

En la primera instancia el juez José Luis Bayle hizo un análisis sobre el derecho a la libertad de expresión y el respeto por la investidura presidencial. Asimismo, consideró que el trabajador contaba con una multiplicidad de vías para hacer valer su descontento con la política que gobierna en la actualidad el país, pero no por eso puede incurrir en abusos contra la autoridad y mucho menos aún si ese accionar implica un proceder en detrimento de su empleador.

El trabajador apeló esa decisión y el caso llegó a la Sala I de la Cámara de Apelaciones del Trabajo que confirmó lo allí resuelto.  El juez subrogante Carlos Pose sostuvo: "No se me oculta que el tema es delicado: la ideología de un dependiente no debe constituir un obstáculo para su contratación ni puede justificar su despido: debe existir mutuo respeto entre las partes de la relación  de trabajo pero, así como el dependiente   no   puede   ser   atacado   por   su   ideología,   tampoco   es   aceptable   que   el empleador sea combatido por la propia o sometido a desplantes de sus subordinados que pueden comprometer sus intereses personales".

"El apelante no ejerció su derecho a expresarse libremente –es decir nada reprochó a Macri en razón de su funciones y pensamiento- sino que se burló, consciente y dolosamente, de la investidura presidencial con el objeto de que su accionar tuviese trascendencia pública", agregó.

En una entrevista con Página 12 Horton contó que apelará ante la Corte Suprema de Justicia y que en caso de que esta rechace su pedido acudirá a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.

Accedé al fallo de la primera instancia.

Accedé al fallo de la Cámara Nacional de Apelaciones del Trabajo

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